Matthew Perry estuvo a punto de morir hace cuatro años cuando su colon estalló por el consumo excesivo de opioides. Pasó dos semanas en coma y cinco meses en el hospital y tuvo que vivir pegado a una bolsa de colostomía durante nueve meses. El actor de 53 años, mundialmente famoso por su interpretación de Chandler Bing en Friends, ha compartido este episodio en su biografía Friends, Lovers and the Big Terrible Thing, traducido al castellano como ‘Amigos, amantes y aquello tan terrible’, que se publicará el 17 de noviembre en España por Contraluz.
El incidente de salud trascendió a la prensa ese mismo 2018, pero en el momento el actor comunicó en un escueto tuit que se debía a una perforación gastrointestinal. En realidad pasó semanas luchando por su vida. “Quería compartir esto cuando estuviera seguro de no recaer en el lado oscuro”, explica el actor, que asegura contar cada día desde que dejara de beber, pero no ha compartido con la revista la fecha exacta en la que sucedió aquello.
Los secretos detrás de ‘Friends’
Perry da más detalles sobre este incidente de salud, que le habría hecho replantearse su relación con el alcohol y los barbitúricos. Cuando ingresó en el hospital, los médicos le dijeron a su familia que tenía un 2% de posibilidades de vivir. “Me pusieron una cosa llamada máquina de ECMO, que hace que funcionen tu corazón y tus pulmones”, explica el actor. “Es lo que se dice un Ave María. Nadie sobrevive a eso”. Fue el último gran susto en una relación problemática que lleva arrastrando desde su juventud. El actor ha pasado por rehabilitación 15 veces a lo largo de los años.
Cuando Perry empezó a rodar Friends, en septiembre de 1994, tenía 24 años y su alcoholismo estaba empezando a salir a la luz, según relata. “Podía manejarlo, más o menos. Pero a los 34 años, ya estaba metido en un montón de problemas”, admite. Durante esa década los cambios físicos fueron evidentes para todos los que siguieron la serie, cuando el actor perdía y ganaba peso en cada temporada. Sus compañeros de reparto “fueron comprensivos y tuvieron paciencia”, explica Perry. “Es como los pingüinos. Cuando un pingüino está enfermo, o cuando está muy herido, los otros pingüinos lo rodean y le ayudan a enderezarse. Caminan a su alrededor hasta que el pingüino puede caminar por sí mismo. Eso es lo que hizo el reparto de Friends por mí”, reconoce.
“Pero hubo años en los que estuve sobrio durante esa época. La novena temporada fue el año en que estuve sobrio todo el tiempo”, explica el actor. En esa temporada, emitida en EE UU en 2001, su personaje, Chandler, y el de Courtney Cox, que interpretaba a su pareja, Monica, tratan de tener un hijo y acaban optando por la adopción. Este trabajo le supuso su primera nominación al Emmy a mejor actor de comedia. “Eso debería haberme dicho algo”, lamenta el intérprete en la entrevista.
Aquel fue su mejor momento. El peor llegó en una de las últimas temporadas (no especifica cuál) en la que Perry tomaba 55 pastillas de Vicodin al día (un analgésico derivado de un opiáceo sintético) y llegó a pesar 58 kilos. “No sabía cómo parar. No podía parar porque la enfermedad y la adicción son progresivas. Así que iba empeorando a medida que me hacía mayor”.
A menos que se corte de raíz. Perry ha tenido varias recaídas a lo largo de los años, pero en su entrevista se muestra convencido de que esta será la definitiva. “Ahora soy un tipo sano”, dice, antes de bromear: “Tengo que dejar de ir al gimnasio, porque no quiero especializarme en interpretar superhéroes. Pero no, ahora soy un tipo bastante sano”.
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